El año 1993 supuso desde el punto de vista medioambiental en España el fracaso de los partidos ecologistas que, un año después de la Cumbre de la Tierra, no lograron representación parlamentaria en las elecciones generales.
De los comicios salió una remodelación de la Administración medioambiental y la nueva denominación del Ministerio de Obras Públicas, Transportes, al que se agregó el termino Medio Ambiente (MOPTMA) y que, con José Borrell al frente, debía afrontar en 1994 una "avalancha de normativas verdes" .
Al menos doce leyes y proyectos entre los que figuran el Plan Hidrológico Nacional (PHN), la ley marco de residuos, los decretos sobre ecoetiquetado y ruido, la reforma del Plan Nacional de Residuos Tóxicos y Peligrosos y la actualización de la normativa sobre impacto ambiental figuraban entre de las "asignaturas pendientes".
La lucha contra la desertificación, optimizar el uso y la calidad de las aguas, la gestión de los residuos industriales, agrícolas y urbanos y mejorar el entorno de las ciudades fueron las prioridades apuntadas, entonces por Borrell, y que debían plasmarse en lo que se denominó el futuro Plan Nacional de Medio Ambiente.
Entre los logros del 93 destacaba el Plan Nacional de Costas para 1993-1997, que preveía la inversión de 150.000 millones de pesetas para regenerar playas y paseos marítimos, y el anuncio de un Fondo Nacional de Medio Ambiente, que se dijo estaría dotado con 100.000 millones de pesetas anuales en 1995.
En el terreno internacional, España no logró la sede de la Agencia Europea del Medio Ambiente, que fue a Dinamarca, pero se mantuvo la duda sobre si Sevilla acogería la sede permanente de la secretaria del Tratado de Biodiversidad de la ONU, adjudicada provisionalmente a Ginebra y que finalmente no llegó.
Los ecologistas alabaron la decisión de la Administración de no construir las polémicas presas de Omaña (León) y Vidrieros (Palencia), y criticaron la postura Española sobre el futuro impuesto comunitario del CO2, partidaria de que se tenga en cuenta la diferencia entre los países miembros en cuanto a emisiones y se acepte una distribución de la carga fiscalDurante 1993 el Consejo de Ministros dio "luz verde" a la ley de "Utilización confinada, liberación voluntaria y comercialización de organismos modificados genéticamente".Conocida como ley de la "biotecnología", el objetivo de la norma era intentar evitar los riesgos que, para la salud humana y el medio ambiente, pudieran derivarse de la manipulación genética y contempla sanciones de entre 100.000 y 50.000.000 de pesetas.
En la Secretaria de Estado de Medio Ambiente fue nombrada Cristina Narbona, quien también asumió las competencias en materia de vivienda, por lo que ha fue criticada por sectores ecologistas.Con Albero en Agricultura, los parques nacionales celebraron el 75 aniversario de su creación, pero no se amplió la lista de nueve espacios, y por primera vez un "histórico" del movimiento ecologista Humberto da Cruz, de Amigos de la Tierra, fue nombrado director general del ICONA (en sustitución de Santiago Marraco) aunque su gestión defraudó a unos y a otros..La lucha contra los incendios forestales dio fruto en 1993. Se creó un teléfono único de avisos para toda España y, en el Senado, todas las formaciones políticas aprobaron un pacto político contra el fuego.
Mejoró el balance de los últimos diez años, pues hubo 4.147 incendios, un 34 por ciento menos que en 1992, mientras que las hectáreas quemadas ascendieron a 86.705, un 11 por ciento menos que el año precedente.
El clima dio mas de un quebradero de cabeza a los españoles. A finales de febrero un temporal de nieve, viento y frío afectó a la mitad norte de España y cerca de 800 poblaciones quedaron aisladas.
Sin embargo el gran problema fue la sequía, que provocó restricciones en diversos municipios y obligó al MOPTMA a ejecutar obras hidráulicas de emergencia por valor de 33.000 millones de pesetas, necesarias para garantizar el abastecimiento a poblaciones como Sevilla y Madrid.
Las precipitaciones que se registraron en la generalidad de la península a principios del otoño pusieron fin "parcialmente" a uno de los periodos más secos del siglo
viernes, 18 de diciembre de 2009
lunes, 14 de diciembre de 2009
ELVIRA LINDO
Elvira Lindo, guionista de cine y escritora, es la creadora del personaje Manolito Gafotas. En 1998 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil. Ese mismo año se publicó su primera novela para adultos, El otro barrio. Entre sus trabajos para el cine, destacan sus colaboraciones, sobre todo como guionista pero también como actriz ocasional, con el director Miguel Albadalejo (La primera noche de nuestra vida, El cielo abierto y Manolito Gafotas). A ella le gusta resumir su carrera profesional en una frase: Elvira Lindo vive y trabaja en Madrid. Otros de sus libros son Olivia no sabe perder,La ley de la selva.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)